Estoy a favor de que los artistas usen la música como vehículo para el reclamo y la disconformidad social, de hecho lo prefiero a que sean sólo meros divertimentos sin sentido, cuestionables, o propiciadores de ideas toxicas y peligrosamente contagiosas.
Es necesario que discursos propuestos como en The Art Of Losing sean compartidos por los demás, es muy seguro que algo así no hubiese podido ser lanzado algún tiempo atrás por la mentalidad de la ...
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